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Mujer, grande es tu fe! - Los mensajes de la Palabra de Dios


22 Y he aquí una mujer cananea salió de proximidad, voces, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí, que mi hija es malamente atormentada del demonio.
23 Pero Jesús no le respondió ni una palabra. El subir, porque para él los discípulos le rogaban, diciendo: Descartar ella, pues da voces tras nosotros.
24 Y él les dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: Señor, ayúdame.
26 Y él respondió: No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.
27 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.
28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe! hágase contigo como quieres. Y a partir de ese momento su hija quedó curada.

Mateo 15:22 A 28

Woman. Grande es tu fe!

Esta maravillosa expresión de sorpresa salió de la boca de Dios mismo. Es una expresión de admiración de una manifestación muy especial de la fe. Para la mujer, incluso sabiendo que ella no era digna de recibir las bendiciones del Señor Jesús, que no se rindieron muy necesaria y perseveró en el clamor y la adoración de Dios.

La situación no era adverso, ya que pertenecía a los hijos de Dios, ella y su familia no tenía comunión con el Dios Altísimo. Sin embargo, ella insistió. Ella creía. Ella lloró. Ella tomó su corazón en el Señor Jesucristo como su Salvador y Libertador de toda su familia. Especialmente la hija que había quedado atrapado en las garras del diablo.

En el culto a la mujer ya reconocer al Señor Jesucristo sea el Dios Altísimo, dijo que no es ni siquiera una de sus hijas que ella aceptó al Señor Jesucristo como el salvador de ella y de su hija y fue colocado en la dependencia total y el Espíritu de Gracia el Santo de Dios.

Estaba segura de que era Dios mismo, Él se apiade de ella, que estaba allí, con humildad, con todo mi corazón llora por las migas de pan de la vida. La mujer sabía que a pesar de las migas, pedazos pequeños, sólo el verdadero pan de vida tendría el poder para satisfacer sus necesidades y cambiar su vida y la de su hija, para que ella gritó y se postró.
Y Jesús le dijo muy sorprendido y admirado:

Oh mujer, grande es tu fe! Sea hecho contigo como quieres. - Mateo 15:28

Creer y tener una fe fuerte y firme en el poder del Señor Jesucristo, el Dios de la gloria, la vida del hombre, hace toda la diferencia.

¿Quién cree sin duda. ¿Quién cree que recibe! ¿Quién no cree que no recibe!

La fe puede mover montañas de dificultad. Nuestra fe es nuestra arma para superar los problemas, las inquietudes y las necesidades de la vida. El ejercicio y el uso de su fe en Dios y ser feliz! Es así de simple!

Amén y gracias a Dios.

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