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Verdadera felicidad - Los mensajes evangélicos de la Palabra de Dios


6 Muchos dicen que podríamos ver la felicidad? No brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro.
7 Tú has puesto más alegría en mi corazón que el de ellos en el momento en que si se multiplica el trigo y el vino.
8 En paz me acuesto y me duermo, porque sólo tú, Señor, me haces vivir confiado. - Salmo 4:7-8

Cuando la gente en el mundo observar un verdadero cristiano, entonces ellos lo ven y sufrió un creyente triste porque vive privando a sí mismo, en sus pensamientos, las muchas cosas buenas que la vida tiene para ofrecer.

Para el mundo, como todos sabemos, las cosas buenas de la vida son toda clase de vicios, las impurezas, las mentiras y las prácticas que de ninguna manera agradable a Dios Padre en el pasado, muchos de nosotros pensamos de la misma manera.

De hecho, lo que esta gente no sabe es que vivir en el mundo y las cosas del mundo, incluso puede obtener algo de placer. Para el enemigo no ofrece ninguna cosa mala. Ofrece buena cosa. Es como si estuviéramos en un viaje de pesca. Si ofrecemos algo que ningún pez cualquier cebo estará interesado en lo que le estamos dando.
Ahora, si ponemos un cebo de primera clase, cebo maravilloso puede salir a luchar. Para los hombres es la misma cosa.

Aquellos que piensan que nosotros, como creyentes, estamos tristes y privados de nuestra libertad por no haber hecho esto o lo otro está completamente equivocado, porque somos mucho más libres que ellos. Es como si el Espíritu Santo de Dios nos enseña:

Todas las cosas me son lícitas, pero no todo conviene. Todas las cosas me son lícitas, pero no me dejaré dominar por ninguna.

1 Corintios 6:12

Los que viven en las cárceles del mundo y disfrutar de la libertad y pensar en las cosas buenas de la vida no son más que esclavos del pecado, y el Padre del pecado.

Somos verdaderamente libres, no por nuestros méritos, sino por la sangre que nuestro Señor Jesucristo derramada en la cruz. Él llevó a cabo el sacrificio que nuestro Dios de Amor que fue cruz humillante que nos trajo esta libertad y plenitud de vida que disfrutamos hoy en día.

Por eso, hoy, mentimos, y que en paz descanse, porque vivimos y dormir en los brazos de nuestro Dios de amor y lleno de vida. Es por Él que tenemos paz para hoy. No escatimó esfuerzos, no se desanime y no renunciar a su misión redentora de hoy para que podamos vivir en paz y comunión con Dios el Padre, el Señor Jesucristo y con el Espíritu Santo de Dios y recibir ellos la alegría inmensa que es en vivo promete una eternidad de gozo y contento junto a nuestro Padre Dios del amor.

Amén y gracias a Dios.

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