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¿Cuál es la gracia - Los mensajes de la Palabra de Dios


En la puerta del parque, el payaso anunció:
Extra! ... Extra! Hoy en día sensacional espectáculo con el mago más grande B Mister! ... Es sólo $ 10 por boleto! ... Son sólo diez dólares ...!
La familia pasaba por allí pronto quedó fascinado con la atracción y se preguntó cómo iba a ir allí y ver ese programa y jugar los juguetes en el parque.
Como eran personas sin hogar que no tenían condición para ir a divertirse en el parque. Cuando estaban a punto de abandonar el padre dijo a los niños:
- ¡Niños! ¡Lo siento! No puedo pagar la entrada para ti, lo siento!
Ni que decir tiene, su esposa, y en especial los niños mayores de esa edad estaban muy tristes con esta situación. En el mismo momento, había un hombre que va a escuchar lo que el padre le dijo y le interrumpió:
- Señor, lamento interrumpir. Yo sólo pasaba por allí y escuchó lo que le dijo a los niños. Mira, aquí hay cuatro entradas que dan derecho a las palomitas de maíz, helados y una merienda para cada uno completo. Espero que se diviertan ...
Esa familia a pesar de que no le gustaba y, para algunos, no tienen el derecho, sólo para llegar allí en ese parque, jugado y disfrutado de forma gratuita. Esto sólo fue posible porque alguien ya había pagado el billete de ellas.
La gracia es eso! Recibe favor inmerecido. Usted recibe un favor aun cuando no lo ganan.

Cuando hay un pecado, no es un castigo. El salario, el premio del pecado es la muerte. Y ese pecado sólo puede ser redimido por la sangre, la muerte.
Si hay un pecado, debe haber una muerte.
Esto quiere decir que si yo o pecamos entonces usted tiene que pagar con nuestras vidas. Eso sería como si no eran los que ya habían pagado por nuestros pecados.
¿Quién pagó por nuestra falta?
¿Quién dio la vida, que murió por mis pecados?
¿Quién haría algo así?
Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. - Juan 3:16

Como el Padre me ha amado, así os he amado; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos, porque todo lo que oí de mi Padre os lo he dado a conocer. No me elegisteis a mí sino que yo os elegí a vosotros para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: que os améis los unos a los otros. - Juan 15:9 al 17

Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores y familiarizado con, y como uno ante quien se oculta el rostro, despreciado fue, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores de ti mismo, y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros como ovejas erramos, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Fue oprimido y afligido, no abrió su boca, como cordero que es llevado a la masacre, y como oveja, enmudeció ante sus esquiladores, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado: Quién declarará su generación? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y él puso su sepultura entre los malvados y con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. - Isaías 53:3 al 9

Jesucristo dio su vida para que tengamos vida, Jesucristo fue tratado de acuerdo con el trato que nos merecemos y nos trataron de acuerdo con el trato que merecía Jesús.
Jesucristo nos amó cuando todavía éramos pecadores. Jesús nos encantó la forma en que fueron: sucios, mentirosos, adúlteros ... Él no ha rechazado y hasta que no se merecen Él dio su vida para que pudiéramos tener una vida feliz y abundante.
Dios nos amó tanto que decidió morir en nuestro lugar para vernos perder.

Esa es la gracia de Dios.

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